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La artritis y sus consecuencias en personas mayores

La artritis es una afección que afecta a personas de todas las edades, pero su impacto puede ser especialmente significativo en la población mayor. Ya que, a medida que envejecemos, nuestras articulaciones pueden comenzar a experimentar desgaste y deterioro, lo que a menudo conduce a la artritis. 

En este artículo, hablaremos sobre la artritis en personas mayores y las diversas consecuencias que esta enfermedad puede tener en su calidad de vida. Desde el dolor crónico hasta la limitación de la movilidad, pasando por las implicaciones emocionales y sociales. 

¿Estás preparado? ¡Vamos allá!

¿Qué es la artritis?

La artritis no es simplemente un término médico, sino una experiencia que altera la vida de quienes la padecen. Engloba a más de 100 enfermedades y condiciones diferentes, la artritis se caracteriza por la inflamación de una o más articulaciones, que se traduce en dolor, hinchazón, rigidez y, eventualmente, puede llevar a una disminución de la movilidad.

¿Es lo mismo artritis qué artrosis?

La artritis y la artrosis, a pesar de compartir ciertas similitudes y de afectar las articulaciones, poseen diferencias fundamentales que vale la pena explorar para entender mejor estas condiciones y cómo abordarlas.

Artritis

La artritis se presenta cuando existe una inflamación en las articulaciones, la cual puede ser causada por diversos factores, entre ellos la autoinmunidad, como sucede en la artritis reumatoide, o por desgaste, como en la osteoartritis. 

Los síntomas clásicos incluyen dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en la zona afectada. La artritis puede afectar a personas de todas las edades, incluso niños, y puede presentarse en una o múltiples articulaciones simultáneamente.

Artrosis

Por otro lado, la artrosis, también conocida como osteoartritis, se manifiesta con el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones, que actúa como un amortiguador y facilita el movimiento. Con el tiempo, este desgaste puede hacer que los huesos rocen entre sí, causando dolor, rigidez y, en algunos casos, inflamación. 

A diferencia de varios tipos de artritis, la artrosis generalmente está más vinculada con el envejecimiento y afecta comúnmente a las manos, rodillas, caderas y columna vertebral.

Tipos de artritis

  • Artritis reumatoide: Este modo es como una rebelión interna en nuestro cuerpo. El sistema inmunológico, que normalmente protege nuestro organismo, se confunde y ataca a las articulaciones, provocando inflamación, dolor, y con el tiempo, posibles daños en estas. No discrimina por edad y puede aparecer en cualquier momento de la vida.
  • Osteoartritis: Se presenta como una muestra del paso del tiempo en nuestras articulaciones. Se relaciona con el desgaste del cartílago que permite que los huesos se deslicen entre sí sin fricción. Cuando este se deteriora, aparecen la rigidez y el dolor, siendo las articulaciones de las manos, rodillas y caderas las más frecuentemente afectadas.
  • Artritis psoriásica: No solo afecta las articulaciones, sino también la piel, generando una condición llamada psoriasis. Este tipo de artritis se manifiesta a través de la inflamación en articulaciones y enrojecimiento y escamas en la piel. Es un doble desafío, pues se enfrentan molestias tanto internas como externas.
  • Artritis gotosa: Este tipo de artritis gotosa surge cuando pequeños cristales, formados por un exceso de ácido úrico en la sangre, se depositan en las articulaciones. Es como tener pequeños intrusos cristalinos causando súbitos e intensos dolores, generalmente en la articulación del dedo gordo del pie.
  • Artritis juvenil: Abarca diferentes tipos de artritis que afectan a los niños, nos recuerda que la artritis no es exclusiva de los adultos. Aunque la causa es desconocida, los pequeños guerreros que la enfrentan lidian con inflamación, dolor y, en ocasiones, problemas de crecimiento.
  • Artritis séptica: Ocurre cuando las bacterias, ya sea por una herida o a través de la sangre, llegan a la articulación causando una inflamación aguda. Es como una invasión de microorganismos no deseados que es crucial tratar a tiempo para prevenir daños a largo plazo.

¿Por qué la artritis visita con frecuencia a las personas mayores?

Por diversas razones como, por ejemplo: 

  • Desgaste natural: Nuestras articulaciones son como las bisagras de una puerta que se ha abierto y cerrado muchas veces a lo largo de los años. Con el pasar del tiempo, el uso constante y continuo de las articulaciones conlleva a un desgaste natural del cartílago, ese maravilloso cojín que evita que nuestros huesos se rocen entre sí. En personas mayores, este desgaste es más pronunciado, lo que podría dar paso a la osteoartritis.
  • Acumulación de lesiones: A lo largo de la vida, nuestras articulaciones pueden pasar por diferentes batallas: golpes, lesiones, o incluso cirugías. Las personas mayores han tenido más tiempo para acumular estas lesiones que, en algunos casos, pueden ser factores que abren paso a la artritis en el futuro.
  • Disminución de la masa ósea: A medida que pasa el tiempo, la densidad y masa ósea tienden a disminuir. Esta pérdida de “tesoro óseo” puede hacer que las articulaciones se vuelvan más frágiles y susceptibles a condiciones como la artritis.
  • Factores genéticos y autoinmunes: En algunos casos, los mayores tienen una predisposición genética o autoinmunitaria que los hace más susceptibles a tipos de artritis como la reumatoide. Aunque estos factores pueden presentarse en cualquier etapa de la vida, a menudo los síntomas se hacen más visibles o intensos con la edad.
  • Procesos inflamatorios: Con los años, nuestro cuerpo puede experimentar un aumento en los procesos inflamatorios. Esta inflamación crónica, incluso si es leve, puede ser un factor que contribuye al desarrollo de artritis en personas mayores.
  • Estilo de vida y salud general: El estilo de vida, la alimentación, y el estado de salud general también juegan un papel en la aparición de la artritis. 

¿Cómo se manifiesta la artritis?

Dolor articular

Quizás el síntoma más común y ampliamente reconocido de la artritis es el dolor en las articulaciones. Este dolor puede ser constante o puede venir y desaparecer, pero generalmente es una señal de que algo inusual está ocurriendo en nuestras articulaciones.

Rigidez

La rigidez es otro indicativo muy característico. Las articulaciones pueden sentirse rígidas, especialmente después de periodos de inactividad o al despertar por la mañana. A veces, esto limita nuestro rango de movimiento y puede ser el responsable de que algunas tareas cotidianas se vuelvan desafiantes.

Inflamación y calor

Algunas formas de artritis pueden hacer que las articulaciones se inflamen y se sientan calientes al tacto, como un pequeño desierto en nuestra piel. Este calor y la hinchazón que lo acompaña son una respuesta del cuerpo a la inflamación interna.

Enrojecimiento de la articulación

El enrojecimiento de la piel alrededor de la articulación afectada también puede ser una señal de alarma que nos indica que la artritis podría estar apareciendo.

Cansancio generalizado

La fatiga es un síntoma que puede sorprendernos. El constante manejo del dolor y la inflamación pueden desgastar nuestro cuerpo y energía, haciendo que nos sintamos más cansados de lo normal.

Ruidos articulares

Ciertos tipos de artritis pueden hacer que nuestras articulaciones produzcan sonidos, como crujidos o chasquidos, cuando las movemos. Aunque un poco de ruido no es inusual, en el contexto de otros síntomas puede ser una señal a tener en cuenta.

Deformidad articular

En algunos casos y tiempos prolongados, la artritis puede causar cambios en la forma de las articulaciones, haciendo que se deformen de maneras que pueden ser visiblemente notables y afectar el movimiento.

Tratamientos para la artritis

  • Medicamentos: Analgésicos, antiinflamatorios y, en algunos casos, medicamentos modificadores de la enfermedad, nos tienden sus ramas para ayudarnos a aliviar el dolor y controlar la inflamación.
  • Ejercicio y fisioterapia: Ejercicios suaves y estiramientos, bajo el cuidado de un fisioterapeuta, nos ayudan a mantener nuestras articulaciones flexibles y fuertes.
  • Descanso y protección articular: No olvidemos la importancia del descanso, donde aprenderemos que es fundamental equilibrar la actividad con momentos de reposo y técnicas de protección articular para preservar nuestras energías y cuidar nuestras articulaciones.
  • Procedimientos quirúrgicos: Aquí, procedimientos como reemplazos articulares o artroscopias pueden ofrecer una nueva ruta hacia un mejor manejo del dolor y la movilidad.
  • Terapias alternativas y complementarias: Finalmente, llegamos al emocionante campo de la innovación, donde terapias alternativas como la acupuntura, suplementos dietéticos y técnicas de relajación nos invitan a explorar nuevas posibilidades y complementar nuestro tratamiento principal.